Los carbohidratos pueden definirse como polihidroxialdehídos o polihidroxicetonas, o bien como sustancias que rinden uno de estos compuestos al hidrolizarse. Muchos carbohidratos tienen la fórmula empírica (CHO)n en la que n corresponde a 3 o a un número mayor. Los monosacáridos, también llamados azúcares sencillos, están constituidos por una sola unidad de polihidroxialdehído o polihidroxicetona. El monosacárido más abundante en la naturaleza es la D-glucosa, tiene seis átomos de carbono; es el monosacárido originario del que se derivan muchos más. La D-glucosa es el combustible principal para la mayor parte de los organismos, y es también la unidad básica de los polisacáridos más abundantes, tales como el almidón y la celulosa.
Los oligosacáridos, contienen de dos a diez unidades de monosacáridos unidas mediante enlaces glucosídicos. Los polisacáridos contienen muchas unidades de monosacáridos enlazadas, formando cadenas lineales o ramificadas. Muchos polisacáridos contienen unidades de monosacáridos que se repiten, bien de una sola clase, o de dos clases, que se alternan.
Los polisacáridos desempeñan dos funciones biológicas principales: una como almacenadores de combustible y otra como elementos estructurales. El almidón es la principal forma de almacenamiento de combustible en la mayor parte de los vegetales, mientras que la celulosa es el principal componente estructural de las paredes celulares rígidas y de los tejidos fibrosos y leñosos de los mismos. El glucógeno, que se parece al almidón en su estructura, es el principal glúcido de reserva en los animales. Otros polisacáridos desempeñan el papel de componentes principales de las paredes celulares de las bacterias y de las cubiertas celulares blandas de los tejidos animales.
Los oligosacáridos, contienen de dos a diez unidades de monosacáridos unidas mediante enlaces glucosídicos. Los polisacáridos contienen muchas unidades de monosacáridos enlazadas, formando cadenas lineales o ramificadas. Muchos polisacáridos contienen unidades de monosacáridos que se repiten, bien de una sola clase, o de dos clases, que se alternan.
Los polisacáridos desempeñan dos funciones biológicas principales: una como almacenadores de combustible y otra como elementos estructurales. El almidón es la principal forma de almacenamiento de combustible en la mayor parte de los vegetales, mientras que la celulosa es el principal componente estructural de las paredes celulares rígidas y de los tejidos fibrosos y leñosos de los mismos. El glucógeno, que se parece al almidón en su estructura, es el principal glúcido de reserva en los animales. Otros polisacáridos desempeñan el papel de componentes principales de las paredes celulares de las bacterias y de las cubiertas celulares blandas de los tejidos animales.
Familia de monosacáridos
Los monosacáridos tienen la fórmula empírica (CHO)n, en la que n = 3 o un número mayor. El esqueleto carbonado de los monosacáridos corrientes no está ramificado y todos los átomos de carbono, excepto uno, poseen un grupo hidroxilo; en el átomo de carbono restante existe un oxígeno carbonílico. Si el grupo carbonilo se haya al final de la cadena, el monosacárido es un derivado aldehídico y recibe el nombre de aldosa; si se encuentra en cualquier otra posición, el monosacárido es un derivado cetónico y recibe el nombre de cetosa. Los monosacáridos más sencillos son las triosas, de tres átomos de carbono, el gliceraldehído y la dihidroxiacetona. El gliceraldehído es una aldotriosa, la dihidroxiacetona es una cetotriosa. Entre los monosacáridos se encuentran las tetrosas, las pentosas, las hexosas, las heptosas y las octosas. Cada una de ellas existe en dos series, aldotetrosas y cetotetrosas, aldopentosas y cetopentosas, aldohexosas y cetohexosas, etc. En ambas clases de monosacáridos las hexosas son las más abundantes. Las aldopentosas son, sin embargo importantes componentes de los ácidos nucleicos y de varios polisacáridos; los derivados de las triosas y de las heptosas son intermediarios en el metabolismo de los glúcidos. Todos los monosacáridos sencillos son sólidos, blancos, cristalinos, muy solubles en agua, pero insolubles en los disolventes no polares.
Los monosacáridos tienen la fórmula empírica (CHO)n, en la que n = 3 o un número mayor. El esqueleto carbonado de los monosacáridos corrientes no está ramificado y todos los átomos de carbono, excepto uno, poseen un grupo hidroxilo; en el átomo de carbono restante existe un oxígeno carbonílico. Si el grupo carbonilo se haya al final de la cadena, el monosacárido es un derivado aldehídico y recibe el nombre de aldosa; si se encuentra en cualquier otra posición, el monosacárido es un derivado cetónico y recibe el nombre de cetosa. Los monosacáridos más sencillos son las triosas, de tres átomos de carbono, el gliceraldehído y la dihidroxiacetona. El gliceraldehído es una aldotriosa, la dihidroxiacetona es una cetotriosa. Entre los monosacáridos se encuentran las tetrosas, las pentosas, las hexosas, las heptosas y las octosas. Cada una de ellas existe en dos series, aldotetrosas y cetotetrosas, aldopentosas y cetopentosas, aldohexosas y cetohexosas, etc. En ambas clases de monosacáridos las hexosas son las más abundantes. Las aldopentosas son, sin embargo importantes componentes de los ácidos nucleicos y de varios polisacáridos; los derivados de las triosas y de las heptosas son intermediarios en el metabolismo de los glúcidos. Todos los monosacáridos sencillos son sólidos, blancos, cristalinos, muy solubles en agua, pero insolubles en los disolventes no polares.
Tomado de: Lehninger Albert L. 1991. Bioquìmica Las bases fundamentales de la estructura y función celular. Traducido por Fernando Calver Prats y Jorge Bozal Fes. Decimoquinta Edición, Ediciones Omega, S.A. pp. 255-257